sábado, 2 de marzo de 2019

Construir caminos.




Siempre, o casi siempre usamos la analogía de los caminos como una forma simple de explicarnos, o de intentar ilustrar para nuestro mejor entendimiento una trayectoria que debemos pasar para llegar de una instancia a otra. “La vida es un camino” o “todo lo que logres dependerá del camino que tomes” no es mas que una metáfora, que nos hace creer que para lograr algo, para llegar a un momento futuro que en el momento presente es solo una ilusión, debemos recorrer una distancia, una distancia de tiempo, de espacio o de decisiones que nos llevarán a un resultado, un resultado igual o distinto a lo que esperamos.

Pero para quien no presta atención a las analogías, para quien no se detiene a pensar sobre el verdadero significado de las palabras y sobre el sentido paradójico que muchas de ellas tienen, el comparar el “camino” con la vida, puede significar confusión y no aclaración.

Para la vida la distancia es relativa, pero cuando hablamos de camino la distancia es fundamental. Para recorrer un camino necesitamos de diferentes variables, la variable tiempo, la variable movimiento y la variable distancia. Mientras mas distancia recorramos en un menor tiempo, mas rápido llegaremos al punto objetivo, y lograremos la meta, habremos completado el camino, y no habrá diferencia entre como lo hicimos, sino qué tan rápido lo hicimos; la variable independiente viene a ser la distancia. Pero en la vida la distancia no importa, importan otras variables que nada tienen que ver con el espacio, sino mas con las circunstancias.

En la vida la variable independiente es el ambiente, y la dependiente se refiere a las acciones, las acciones que ejercemos para cambiar o mejorar nuestros recursos y de ese modo intentar influir en el ambiente. Los objetivos y las metas en la vida nada tienen que ver con la distancia, no existe la palabra lejos o cerca para ellos, no podemos planificarlos o visualizarlos en una línea espacial o de tiempo simplemente, sino que debemos considerar una serie de factores y puntos que forman el vivir.

La vida es mas un caminar, un caminar inevitable que puede tener ninguna meta, con un fin único y necesario que es la muerte. No hay nada mas certero que la muerte, y lo aceptemos o no, todos estamos destinados a ella. Por eso, ¿Qué sentido elegir para la vida que tenemos? ¿por qué luchar en esta vida? Son preguntas que nos debemos hacer los seres inteligentes, los seres para los que la necesidad siguiente no se limita al hambre o al sexo, sino a sentirnos realizados por las decisiones que tomamos y que, queramos o no van a repercutir en el presente de cada uno de nosotros.

No hay una combinación de decisiones que nos lleven a la plenitud, pero si existen rangos de opciones que nos pueden guiar a la consecución de nuestros objetivos, y si aprendemos, no solo de nuestros errores, sino de los errores que han sido asumidos por otros seres similares a nosotros, podremos elegir mejor, obrar mejor, vivir mejor.

Vivir para los demás es un concepto amplio que tiene mas resultados positivos que negativos, pero vivir para uno mismo siempre será un riesgo poco confrontado por las personas que sin dudad alguna, promete la oportunidad de ser felices como seres individuales; y ¿No somos individuales cuando nacemos? ¿no somos individuales cuando morimos?

Cuando pienses en ti mismo, no elijas un camino, elije una vida.