viernes, 15 de febrero de 2019

Una carta para alguien

Vivir es una palabra compleja, se presta mucho a la interpretación y al contexto de donde es utilizada, no respeta un limite, y cuando la releemos adquiere un nuevo sentido, un nuevo valor.

Vivir es mas que respirar, es mas que cumplir con un proceso biólogico que mantenga el alma dentro del cuerpo, va mas allá, incluso mas allá que existir, aunque la existencia no dependa de la vida.
Los humanos confunden vivir con existir, y digo confunden porque creerse humano es un concepto limitado, limitado al cuerpo, a esta jaula de carne y hueso que nos recuerda día a día de la experiencia terrenal que estamos viviendo.

Vivir requiere de concentración, de decisión, de verdad.

No existen los colores a menos que podamos ver, y es allí donde todo empieza a centrarse, vivir es una exploración consciente de los sentidos, de los sentidos del cuerpo y de la mente, de aquellos que se experimentan por medio de los órganos, y de aquellos que se crean por medio del pensamiento.
La libertad debe ser una característica fundamental del ser que vive, sentirse libre no es solo un derecho, es una obligación, esa clase de obligaciones que cuando no se obedecen se convierten en pena, en angustia. La libertad existe sin la vida, pero no hay vida si no hay libertad.
Contigo me he sentido libre, he reconocido que ser libre no es sinónimo de soledad, que el alma puede expresarse libremente desde el ser, y yo soy contigo.

Se me hace difícil encontrar un juego de palabras que expresen directamente lo que siento por vos, que me ayuden a traducir en sonido la sensación que causa tu compañía, que me ayuden a transmitir lo que significas para mi. Y la verdad no voy a luchar por encontrarlas, porque quizá no existen, pero es importante que sepas que lo que he sido contigo ha sido real, fluido, verdad.
La verdad es relativa, depende de la perspectiva, no toda verdad es cierta, ni toda certeza es verdad. Y a pesar de la verdad que ha existido entre nosotros, nunca existió la certeza de nosotros.

Agradezco a la vida por lo que ha existido entre nosotros, por esa aventura inverosímil que hemos recorrido desde que nos empezamos a experimentar, a probar, a comprobar. Por el proceso evolutivo por el que pasamos los dos, estando juntos y separados, por las circunstancias que nos unieron y las que nos separan.

Siempre va a ser mi deseo mas profundo sobre ti que seas muy feliz, que te encuentres en cada abrir de ojos y que me encuentres al cerrarlos, que surjas en cada deseo, que conozcas el dolor y la alegría, y que vivas con cada extremo de la vida, estando en el medio y siendo quien eres, sin dejar que te digan quien ser.

Te quiero, y aunque las oportunidades de decirlo se vayan marchitando con el tiempo, podrás encontrar mi cariño cada vez que leas cada una de estas palabras. Y espero que cada vez que leas esto, encuentres un nuevo significado, y que mi aprecio por ti, te de la fuerza para seguir adelante cuando la vida te ponga dificultades, y para aceptar la alegría y la felicidad cuando sientas que te desbordan.


Desde dentro de mi, para ti.