La música es quizá el producto más consumido por las personas, la escuchamos desde dispositivos propios hasta en radios de taxys. Estamos expuestos a los sonidos de todo tipo de música en nuestro andar cotidiano.
Utilizar la música como una herramienta de mercadeo promocional de productos y servicios es una estrategia prometedora. Saber utilizar los sonidos y los gustos auditivos de las personas para impulsar a una compra general o específica, consiste en un arte. Poder persuadir al consumidor, y guiar su costumbre de compra por medio de la música hacia un objetivo planificado, puede incluso causar una alteración psicográfica de la psicología del consumidor.
Hay que tener claro que la música no está compuesta únicamente por sonidos y letra, tiene varios componentes que constituyen su integridad; como su armonía, melodía, tonalidad, tiempo, duración, etc.
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