No se necesitan las palabras, las conversaciones humanas o las reflexiones compartidas para que un ser se acerque a otro; no es necesario el saludo verbal ni la completa comprensión del pensamiento para que dos almas se entiendan, se enlacen y se amen.
Definir a otro ser y darle una posición en nuestras vidas es
a veces una tarea difícil y compleja, incluso vacía; no pienso que los seres
humanos hayamos logrado aún inventar todas las palabras necesarias que nos
ayuden a expresar lo que sentimos y cómo lo sentimos.
Hermano, amigo, compañero, conceptos incompletos en algunos
momentos que no logran envolver el verdadero significado de la existencia de un
ser.
Un día llegó a mi, o quizá yo llegué a el, solo empezamos a
estar juntos, y ninguno de los dos sabía lo que le esperaba. Como cualquier
relación, nació del irnos conociendo, acompañando, apoyándonos y querernos.
Obscuro como la ausencia de la luz, negro profundo, abrazador
como la noche. Ojos marrones que se perdían en su pelaje, carecía de colores,
pero la presencia de su luz propia encandilaba.
Las personas tenemos la necesidad de ponerle nombre a todo,
pero el ya vino con su nombre implícito. Shadow, una palabra con más
significado del perceptible, la unión de su morfología y su lealtad.
No sería posible poner más bondad, nobleza, cariño y energía
en un solo cuerpo; hubiese sido un atrevimiento de la naturaleza si hubiese
sido diferente.
Siempre fuerte, pujante, permanente. Siempre hábil, ágil,
inteligente. Siempre paciente, cariñoso, complaciente. Siempre el.
Nos encontramos en el momento preciso, ni antes ni después.
Yo fui su compañero, el fue mi maestro. Me enseño lo que amo de mi, lo que no
cuestiono, lo más puro. Me enseño los significados antes de conocer las
palabras.
Fue permanente, no importa lo que yo pensara o lo que yo
creyera, el siempre estuvo allí, a mi lado, suspirando, llenándose de aire para
exhalar tranquilidad, paz, amor.
Nunca se sintió limitado, porque no hay límites para un ser
que carece de ego. Para él la vida eran los momentos, y no existía mayor
alimento que el estar, que el acompañar.
Ya nada era solo mío, a veces era más de él. Pero si algo
sabíamos es que estábamos juntos y que nada nos iba a separar, porque no
existía circunstancia probable que nos haga romper el amor y la confianza que
nacía y se formaba entre los dos.
No importaban las mordidas, las cosas rotas, los
comportamientos incomodos – incomodos para mi, naturales para el- tampoco
importaban los tiempos a solas, las separaciones, los amores adicionales ni los
tiempos de paz que a veces buscábamos; todo estaba bien, era normal, nos construía
juntos.
Siento que el nació completo, a mi me faltaba algo, y el lo
llego a llenar.
Son demasiados los recuerdos, todos buenos, todos llenos.
El tiempo siguió avanzando de forma implacable, sin esperar,
sin permitirnos darnos una pausa y congelarnos en los instantes de más puro
amor. Pasaron los años, y aunque nuestros cuerpos fueron creciendo y
deteriorándose, nuestras almas permanecieron puras y conectadas.
Nunca podré saber lo que él pensaba, como me veía, como me
explicaba. Nunca seré capaz de definir en letras su interpretación de cada
instante.
Ahora, que se marchó de mi lado, de este mundo material,
deja en mi una marca inalterable, una
marca de amor. El me cambió, me transformó, me demostró que el amor es más
profundo de lo que siempre pensé, y jamás nada volverá a ser igual.
Siempre nos sentimos, hasta el último respiro. trascendió de
este mundo mientras nos tocábamos.
Sentí su ultimo respiro, y me dejó sin palabras, sin aliento;
lleno de ansiedad y de frustraciones.
No importa cuantas veces le dije que le amo, cuantas veces
intenté demostrarle cuanto lo quería, cuantas veces por medio de un abrazo, un
beso o un suspiro nos dijimos lo que sentíamos. Solo él y yo, cada uno desde su
interior, sabía lo que significaba el uno para el otro.
Pero al final comprendí, que nada de lo que se toca dura
para siempre, que no es el cuerpo lo que perdura sino lo que vivimos.
Queda en mi solo lo bueno, las enseñanzas, el cariño, la
nobleza y la lealtad de su ser.
Te amo mucho, y siempre será así.
Shadow
Septiembre 2006 – Mayo 2021
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